miércoles, 3 de enero de 2018

Hablemos un poco de historia

Todo inicia con la teoría de Metchnikof y los fagocitos, presentándonos las bases de la inmunidad innata, sin embargo esta era cuestionada y patólogos como Jules Bordet apoyaron la teoría humoral demostrando que la lisis inmune requiere de un factor lábil al calor y uno estable, un estabilizador ahora conocido como anticuerpo, descrito por Paul Erlich enfocándose en la neutralización de anticuerpos por toxinas que inducen la lisis bacteriana con ayuda del complemento. De acuerdo a esta teoría el anticuerpo y complemento se combinan para formar un complejo de enzimas capaces de atacar y destruir células y microorganismos.

Años más tarde, Ferrata y Brand introdujeron el concepto de que el complemento no era una sola sustancia, sino que se separaba en dos fracciones: una intermedia renombrada C1 y una al extremo C2 y era solo cuando ambos fragmentos estaban presentes que había actividad bactericida por parte del complemento.

Von Dungern describió un fenómeno por el cual el complemento fue inactivado por las células de levadura, y un similar a la inactivación observada utilizando veneno de cobra por Braun y Omorokow (ambos ahora conocidos por activar la vía de activación alternativa). Se demostró  que la inactivación del complemento por las células de levadura se debieron a la eliminación de un componente lábil al calor. Un componente termoestable del complemento sistema fue referido como C3. Inactivación de otro complemento por amoníaco condujo al aislamiento y la caracterización de un nuevo componente denominado C4. Estos fueron inicialmente asignados en orden de su descubrimiento, y no de acuerdo en la secuencia de activación.

C3 se muestra formado por 6 proteína inicialmente denominadas C3a-C3f. Científicos como Nilsson, Muller-Eberhard, determinaron la secuencia de activación de componentes para lo que ahora nos referimos como la vía de activación clásica como: C'1 obligado primero seguidos secuencialmente por C'4, C'2, C'3a, C'3b, C'3e, C'3f, C'3c y C'3d. En 1968, se cambiaron estas nomenclaturas y la nueva terminología siendo, en orden de activación C1, C4, C2, C3, C5, C6, C7, C8 y C9.

En el sistema del complemento, los zimógenos precursores están distribuidos por los fluidos corporales y tejidos. En los sitios de infección, sin embargo, se activan localmente y desencadenan una serie de eventos inflamatorios potentes. Se activa a través de una cascada de enzima en la cual, una enzima del complemento activa, generada por la escisión de su precursor de zimógeno  escinde su sustrato a su forma enzimática activa. Esto, a su vez, escinde y activa el siguiente zimógeno en la ruta del complemento. De esta forma, la activación de un pequeño número de proteínas del complemento  se amplifica enormemente por cada reacción enzimática sucesiva, lo que da como resultado la generación rápida de una respuesta del complemento desproporcionadamente grande.

“El complemento es un sistema de proteínas del plasma que interactúa con los patógenos para marcarlos para su destrucción por los fagocitos”




Bibliografía


https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK27100/


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